Aunque tenia un doctorado de la Pompeu FABRA, trabajaba por las noches en una fabrica de chorizos, CONDEnado a pasa allí dentro mucho RATO por muy poco BOTÍN, ataba a los mas jugosos con una CORREA, i los colgaba juntos, parecía que les gustaba estar al lado de otros chorizos. AcuDÍ VARias veces al BAR, CENAS de cualquier tipo de bocadillo, menos de chorizo, por algún motivo, podías tocar-los, mover-los i hacer-les de todo menos hincar les el diente.
El primer día de trabajo, hubiera jurado que solo eran chorizos, no tardé mucho en darme cuenta de lo muy equivocado que estaba, su olor se impregnaba a todo el que se acercaba, te cautivaban con su saBOR BONdadoso i después atacaban directo a tu sangre i a tus tripas. Siempre iban juntos y hacían pIÑA, QUIlo mas quilo menos, siempre eran los mismos.
I aunque mi trabajo era, que al final del dia estuvieran todos en una jaula para llevarlos a empaquetar, no se como, los mas chorizos de todos se libraban siempre.
Por eso me echaron del trabajo, así que cogí la bici, que siempre aparcaba cerca de unos banCOS, PEDALeé i pedaleé hasta llegar al sitio donde vivo, un puente que hicieron para pasar una carretera, que de momento no va a pasar, los vecinos de Girona me recuerdan que antes "tot això eren CAMPS"
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